En relación a este problema, que por desgracia sigue produciéndose en la actualidad, nos hemos querido poner en la mente de una víctima e intentar concebir cómo puede sentirse, qué puede pasar por su cabeza para lograr soportar esa situación sin caer presa de la desesperación. La única forma posible es intentar anular el pensamiento y buscar el frío, como queda plasmado en las siguientes palabras: «No lo mira, no lo siente, busca el frío en su mente». Ante una situación horrible de la que no se puede escapar, no queda más remedio que tratar de desvincular la mente del cuerpo, buscar tener la cabeza fría como anestesia de un dolor que no es solo físico.

En relación con la historia principal, aquí encontraríamos el extremo opuesto al protagonista. Si bien este último, al menos en un principio, desoye las desgracias ajenas e incluso llegaría a pensar que aquellos que están en una situación difícil «habrán hecho algo para merecerlo», en esta letra encontramos una persona que está padeciendo esos males que una gran parte del mundo no quiere ver. ¿Cómo puede esta persona alzar la voz si los demás fingen no escucharla? Su voz, su dolor y su llanto quedan en silencio.