«Mi vida ha sido fantástica desde que tomé la decisión de alejarmede todo aquello que me suponía una carga, incluyendo mi trabajo o mi familia. Estando solo, la tranquilidad y la paz que siento esabsolutamente plena.

Me merezco belleza, riquezas, todo cuanto quiera. Los sentimientos de soberbia y grandeza están hechos para mí, observando al resto del mundo desde aquí arriba. No temo reconocer la evidencia de mi triunfo.

Poco me importa ver en la prensa o en la televisión esas noticias que hablan de un conflicto internacional, de escasez, de intereses y armas, de movilizaciones y de situación crítica. Imágenes
de tanques y aviones de combate. Todo eso ya me suena y me aburre.

El volumen mediático que le están dando a la noticia es desproporcionado, aquí nunca nos pasa nada y nunca nos pasará. Esos temas son cosa del tercer mundo y en mí no está la responsabilidad, el poder ni las ganas de tomar parte en la guerra de otros.

A veces, en mitad de la noche, me parece oír ruidos a lo lejos… pero sé que todo eso forma parte de mi imaginación. Me encanta saber que nada podrá cambiar mi vida de aquí en adelante. Nunca. Cualquier otra opción es imposible.»